domingo, junio 14, 2009

El tesoro de Pisco

Pisco es una ciudad costanera del Perú. Allí, hace más de un siglo, durante la Guerra del Pacífico que enfrentó a Bolivia, Chile y Perú entre 1879 y 1883, cuatro mercenarios que servían al ejército peruano: un español (Diego Álvarez), un inglés (Lucas Barret), un norteamericano (Brown) y un irlandés (Killorain), se enteraron que en una iglesia de esa ciudad, los sacerdotes jesuitas eran custodios de un gran tesoro.

Aprovechando la confusión creada por el conflicto, y valiéndose de la amistad que hicieron con un cura llamado 'Padre Mateo' convencieron a los custodios de que pusieran a salvo las riquezas del templo, trasladándolas al puerto del Callao o Lima, ciudades más seguras que Pisco.
De hecho Álvarez y sus tres amigos se ofrecieron como guardianes del tesoro hasta que éste llegase sano y salvo a su destino.

La Iglesia de Pisco, Perú

Los sacerdotes llegaron a la embarcación con 14 toneladas de oro y varios cofres de joyas. Una vez en alta mar, los mercenarios asesinaron a los frailes y a la tripulación del barco, apropiándose del tesoro y de la nave. Luego, tomaron rumbo a las Islas del Pacífico. Cuando llegaron al Archipiélago de Tuamotu - un grupo de atolones coralinos -, desembarcaron y enterraron la mayor parte del tesoro junto a la laguna de uno de los atolones.

Islas del Pacífico, Archipiélago de Tuamotu

Álvarez dibujó un mapa pero no sabía el nombre del atolón en el que habían dejado el tesoro, por lo que avanzaron a la siguiente isla -que se llamaba Katiu- y preguntaron a un nativo el nombre del atolón que quedaba en la dirección que venían. El nativo les respondió que venían de “Pinaki”, y luego de esa valiosa información, Álvarez disparó contra el nativo ya que no querían testigos ni que los aborígenes fueran a curiosear y encontrar su tesoro. Luego tomaron rumbo a Australia.


Llegaron a tierra firme con una pequeña parte del tesoro y derrocharon el dinero a manos llenas, obviamente pronto acabaron con su fortuna. Decidieron entonces, dirigirse al norte australiano a trabajar en una mina de oro. Allí pensaban reunir el dinero suficiente para adquirir una embarcación y volver en busca del resto de su botín; pero el español Álvarez y el inglés Barret fueron asesinados en un altercado con los nativos, mientras que el norteamericano Brown y el irlandés Killorain acabaron en la cárcel a causa de una riña en la que mataron a un hombre. Fueron condenados a 20 años de prisión. Brown murió cumpliendo su pena y sólo el irlandés se mantuvo con vida. Killorain salió viejo y enfermo de prisión y se convirtió en vagabundo.

En mayo de 1912, Charles Howe se encontraba en su casa cerca de Sidney. Era una noche de lluvia y alguien tocó a su puerta. Al abrir vio que era un vagabundo pidiendo algo que comer.“Fue el hombre con el aspecto más triste y desgarrador que jamás había visto en mi vida” diría después Howe. Alimentó al hombre, le dejó secar sus ropas y fue amable con él. Poco después el vagabundo se marchó.

Cuatro meses más tarde Howe fue llamado al Hospital de Sidney. El viejo vagabundo de aquella noche quería hablar con él. Le dijo que su nombre era Killorain, le contó que hace mucho tiempo junto a tres marinos habían enterrado un gran tesoro, que había pasado la mayor parte de su vida en prisión, y que nunca pudieron recuperarlo. Le entregó el mapa que hizo Álvarez y le contó toda la historia del robo de Pisco. Al poco tiempo murió.

Howe vendió todo lo que tenía y zarpó para Tahití. Desde allí pasó inadvertido por los islotes hasta llegar al atolón Pinaki donde se quedó a vivir en febrero de 1913.

Atolón Pinaki

Después de 13 años de infructuosa búsqueda se dio cuenta de que se había equivocado de isla. Por fin, cerca del atolón de "Raraka", localizó el tesoro. Extrajo una buena parte del botín y volvió a enterrarlo con la intención de regresar por el resto más adelante.

En 1932 Charles Howe regresó a Australia, y poco antes de emprender la nueva expedición que le iba a convertir en un hombre rico, desapareció de la faz de la tierra. Nunca más se volvió a saber de él.

Atolón de Raraka, donde Howe localizó el tesoro

Dos años después, otro aventurero que había conseguido apropiarse de los apuntes de Howe, incluido un plano que permitía localizar el tesoro, preparó otra expedición al atolón. Su nombre era George Hamilton y era un experto buceador. Ya en la isla, comenzó las perforaciones en la laguna, en el lugar en donde dedujo estaría el tesoro, pero conforme ahondaba en el fondo de la laguna, las corrientes del lago volvían a cubrir de arena la fosa. Las condiciones de trabajo se hicieron muy difíciles. Al final, Hamilton abandonó la búsqueda.

Hace poco, en 1994 el recuerdo del tesoro seguía vivo. Un descendiente de Hamilton examinó la vieja documentación y dispuso una nueva visita a la isla del tesoro, que también fracasó. Y ese no fue el último intento. Discovery Channel patrocinó una nueva expedición a la isla. La expedición fue suspendida antes de partir.


Búsqueda del tesoro en 1994

Se supone que el tesoro seguiría aún bajo las arenas de aquel perdido atolón polinesio. Quizá su destino no sea acabar en las manos de algún aventurero. Puede que quede enterrado para siempre. Parecería que esta historia está marcada por alguna maldición, o como bien dicen por ahí, que los bienes mal habidos, el diablo se los lleva…

Fuentes:
Treasurestories.com
Oceantreasures.org
Desdelaterraza

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40 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Si, no parece que a ninguno de los que buscaron el tesoro les fuera demasiado bien.
La historia es atractiva. Eso si.

Saludos.

Betty dijo...

Qué interesante historia! En el terremoto de Pisco hace un par de años, esa iglesia se encontraba llena de gente ya que se oficiaba una misa de difuntos, con el tremendo movimiento el techo se vino abajo matando a la mayoría, hubieron muy pocos sobrevivientes en la iglesia, entre ellos estaba el sacerdote que oficiaba la misa y un bebé.
Saludos

M. dijo...

Me recuerda esta historia a alguien muy cercano, que se pasó la mitad de su vida , hablando de su "tesoro" escondido. Nunca le creimos, pero siempre quedó la duda de si existía o no...Me quedo con el brillo de sus ojos cuando comentaba que algún día volvería por él. Hoy tocaba evocar los mares del sur y "Rebelión a bordo" con Marlon Brando jejeje. Un besito Carlos

Anónimo dijo...

Pues un tesoro mas que sacan de Perú... pertence a Perú como muchas otras riquesas...

Saludos mi estimado

Mary Lovecraft dijo...

¡Increíble historia! ¡de película vamos!

wow, no tengo palabras de veras...mi imaginación vuela alto luego de leer esta entrada, la mía precisamente, tan unida a la fantasía de las novelas clásicas de aventuras.

un beso grande Carlos! gracias por hacerme vibrar una vez más.

que pases muy feliz semana!
:***

martin romaña dijo...

La historia es lo mejor... Al menos a mi me interesa muy poco el tesoro en si, pero me encanta la búsqueda y que haya gente que de verdad sienta esa casi obsesión, no se si por el dinero ya, sino por la búsqueda... Me encantaría estar en una búsqueda y entrar en ese mundo en el que aunque nadie lo crea, para mi, el tesoro sea verdad...

Saludos y felicitaciones

Mónica dijo...

¡Qué completo e inmejorable informe sobre esta historia!
Me apasiona todo lo que sea busqueda de tesoros...

bss. mi querido amigo

Cecy dijo...

Que lindo es la fantasía de buscar un tesoro, no?
Pero bueno a estos les fue bastante mal, mejor que se quede ahí, guardadito.

Yo me quedo con las historias.

Besos querido amigo!!!

pollo dijo...

vamos a buscar el tesoro!!!!

Mar y ella dijo...

Los soñadores de aquel tiempo...mmmm ese era romanticismo...cierto??...seguir y perseguir el sueño...un tesoro...wow.....me dejas reflexionando con esta interesante historia..

Un abrazo desde aqui donde se termina el mundo...

Mariella

Angélica dijo...

Que interesante. Me gustó esta historia Carlitos. No tenía idea que habían sacado algún tesoro en Pisco. Linda la iglesia. Me gustó esa fotografía. Tantas muertes qe ocurren por la ambición de los tesoros escondidos o las riquezas no? porqué el hombre será tan ambicioso?

Un beso mi querido amigo.

cieloazzul dijo...

Ahummmmmm....
yo pake quiero un tesoro de esos... con mis pendientes y tu, tengo;)
je..
te beso amoremio!

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Que fantástica historia y a lo largo de nuestra América indígena se dieron esos saqueos y asesinatos, pero queda ahí en la mente del ser humano, esas historias de oro y de joyas, y de tesoros escondidos que nos hacen soñar.

En Costa Rica en la Isla del Coco se dice que hay un tesoro escondido, aunque hoy por hoy esa isla es candidata a ser una maravilla del mundo.
Saludos

Waiting for Godot dijo...

WOW! Que historia. Gracias por compartirla. Besitos.

Lara dijo...

A veces tenemos nuestro propio tesoro pero no sabemos verlo.
Me ha gustado mucho la historia Carlos, atractiva e interesante.
Muuuuuuuuuuacks!

Recomenzar dijo...

Me encantó la historia me sentí como una chica volviendo al pasado de historias de aventuras
besos

Gabiprog dijo...

La avaricia flota tan poco como el plomo...
Por cierto, no se andaban con chiquitas aquellos mercenarios!!

Saludos.

Carlos dijo...

Cumpa, coo si fuera una suerte de justicia divina.

Viste, todos los Charles, somos bondadosos. :)

Charly, vendamos todo y vayamos para alli. :)

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Q interesante!!!
Fijate q mis padres tenian una casa en el campo, yo jugaba con mis hermanos a hacer hoyos buscando tesoros q no existian.

Hace un par de años un vecino tras un par de años de estar en cama fallecio, el motivo?

Encontro un tesoro en su jardín, (pura casualidad) al abrir el baul de contenido desconocido para él inhalo gases toxicos de las monedas de oro y otros metales, hasta el momento de su muerte todos supimos el porque de su enfermedad tan repentina!!

raro, raro!!!

Saludos

E.L.V.I.R.A. dijo...

me encantan las historias de tesoros y aventureros... aunque nunca me he imaginado estar tanto tiempo apestosa y sudorosa en el altamar...

Yo digo que le resto del tesoro lo robaron los habitantes de la atlantida o de watewrworld de kevin costner xDDD

Antonio Torres Rodríguez dijo...

Hace tiempo que leí algo sobre esta historia que se me antoja para una pelicula de piratas. Ya la tenía en la balda del olvido, no recordaba detalles de ella, por eso leyendola me ha parecido toda una novedad. Saludos Carlos.

lopillas dijo...

Jope con los marinos. Cuando leo las atrocidades que hicieron los españoles (entre otros) me pongo mala. Aquí en las Canarias también hicieron otro poco (¿mis antepasados, tus antepasados?) Mejor no pensarlo mucho...menudo karma nos legaron!
Y como equilibrio cósmico: tú sí que eres un tesoro, siempre con un detalle personal para con todos.
(por cierto lo del post es porque nuestro equipo -el Tenerife- subió a primera juas, el opio del pueblo, ya sabes :P)
Me encantan tus visitas. Besote bien grande!

Antonio Torres Rodríguez dijo...

Saludos, lopillas. En todos sitios hicieron barbaridades. Yo soy español, andaluz, y conozco bien las Canarias. Todos somos víctimas del pasado.

esteban lob dijo...

¡Que tipos más despiadados!
El único arrepentido, pareciera haber sido el vagabundo.

Abrazo.

Josete dijo...

Sensacional la historia.
Todo un placer conocerte y leer estas estupendas historias que yo particularmente me considero fanático. De hecho tras ver tu estupenda entrada me ha apetecido a mi también.
Un saludo.

Amorexia. dijo...

Como puede la ambición trascender generaciones enteras...

Saludos lejanos.

Mariluz GH dijo...

¡Vaya historia! ... ¿No te parece bastantre maldición la herencia de ambiciones que ha dejado hasta nuestros días?

Querido amigo, estaré algo retirada del pc -por trabajo- así que he preferido avisártelo aquí en lugar de responder a tu comentario en mi blog... así que te hice volver a los 18 ¿eh?... yo a los 17 ... jajajajajaja coqueta que es una.
Un gran abrazo y cuídese, por favor.

GABU dijo...

Siempre,siempre me resultaron intensamente atrapantes las historias de antiguos tesoros que dicen aùn hoy en dìa continùan "escondidos" en sitios inòspitos!!!

P.D.:Yo creo que el "diablo" se lleva esos bienes porque como dice otro refràn màs sbe por viejo que por diablo!!
jajajaajajajajaja

BESOTEPPPP

Unknown dijo...

Ay, que historia más buena, con lo que me gusta a mi un buen tesoro y una buena isla para esconderlo. Será por eso que La Isla del Tesoro me gustó tanto de peque.

Anónimo dijo...

Los tesoros son algo fascinante, no hay duda, pero al parecer, cuando se trata de motivos de crímen, estàn rodeados de un halo...¿maldito?. Total, lo importante es que queda demostrado nuevamente de que EL CRIMEN NO PAGA.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Carlos con toda mi sinceridad admiro tu trabajo en el blog, es como una gran libro variado y surtido, el tiempo que empleas en redactar y recopilar todas tus publicaciones, ya merecen el mejor premio de todos, al mismo tiempo que instruyes siempre lo he dicho, te admiro por eso, yo sin embargo, tengo otras aficciones o dedicaciones aparte de este mundo de bytes, no vengo tantas veces como quisiera, pero cuando entro he de visitar tu espacio.
Un fuerte abrazo Carlos, si me animo te cuento por correo...

Situco dijo...

bonita historia...

¿cuanto tiene de cierto? parece de novela...

abrazotes amigo

Sergio dijo...

¿Oye no te quedo por allí el mapa de ese tesoro?

Muy bien relatado breve e interesante.

Saludos

Gizela dijo...

La historia es fantástica!!!
Y tienes razón, el titulo debería ser el tesoro maldito.
Pero quien sabe, tal vez ya fue encontrado y alguien muy inteligentemente, no dijo nada jajaja
Estoy en Gijón, esperando a la maestra que llega el viernes, y seguiremos nuestro viaje.
Encontramos por una temporada, nuestro propio tesoro jajaja
Un beso grandote Carlos
Gizz

Diego Fabián dijo...

Yo pensé que esa historia era solo una leyenda... Nunca me imaginé que hubiese sido real...

Será que ese tesoro aún permanece en el sitio secreto??... Después de tanto tiempo, quizás alguien ya lo encontró por casualidad, no te parece??...

Saludos amigo...

Unknown dijo...

la falla que no habia banco suizo por ahi cerca, en vez de las polinesias por que no habran buscado las isla caiman, y asunto arreglado con esa millonada

Syl dijo...

Pues como bien dice el refrán..."el que esté bien que no se mueva"...así que aunque había tomado nota de donde podía estar el tesoro, tras leer todo lo sucedido, casi que paso!!!!

besitos, Charlie.

Byron dijo...

Que historia más sensacional, yo si digo que la realidad muchas veces supera -y de largo- a la ficción. Saludos.

Anónimo dijo...

Estas historias me hacen sonreir y me llenan la cabeza de posibilidades, de.."y si...", supongo que ahora nunca mas podre mirar estos atolones como sitios de turismo, ahora son islas de tesoros escondidos.
un abrazo volk

Mar y ella dijo...

Vi luz y pase a saludarte...

Mariella

 
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