miércoles, octubre 26, 2011

"Ham", el primer chimpancé enviado al espacio

El 31 de enero de 1961 la NASA lograba otro hito en su programa espacial: un chimpancé conquistaba el espacio 10 semanas antes de que lo hiciera el cosmonauta ruso Yuri Gagarin. En aquel momento, un chimpancé llamado Ham colocaba su nombre junto al de la perrita Laika como uno de los animales más famosos que han viajado al espacio.

"Ham"

Ham, también conocido como Astrochimp, fue el primer chimpancé lanzado al espacio en el programa espacial estadounidense. Las letras de su nombre corresponden a las del laboratorio que lo preparó para su misión histórica - el Holloman Aerospace Medicina Center, ubicado en la Base Aérea de Holloman en Nuevo México.
El chimpancé nació en 1956 en Camerún, fue capturado por cazadores de animales y vendido a una granja de aves raras en Miami, de donde fue comprado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos y llevado a Base Aérea de Holloman en 1959 cuando tenía tres años.


En la Base de Holloman originalmente fueron preparados 40 chimpancés con la finalidad de ser lanzados al espacio. Luego de la primera evaluación este número se redujo a 18 y por último quedaron sólo 6, entre los que por supuesto se encontraba Ham. Oficialmente el chimpancé era conocido antes de su vuelo como N º 65 pero fue bautizado como "Ham" después de su exitoso regreso a la tierra. Esto de los nombres se manejaba así porque en caso de que la misión fracasara, los funcionarios querían evitar que la prensa malinterpretara la muerte de un chimpancé, ya que no eran mascotas, sino sujetos de experimento. De todas formas, antes de llegar a la base naval, Ham había sido conocido como Chop Chop Chang .


Desde que llegó a la Base Aérea Holloman en 1959, Ham fue entrenado en Laboratorio Médico Aero para hacer tareas simples, midiendo su tiempo de reacción y respuesta a luces y sonidos. En sus vuelos de entrenamiento, el chimpancé fue condicionado para que empuje una palanca durante un lapso de cinco segundos después de ver un destello de luz azul. El condicionamiento del animal lo lograron de la siguiente manera: en caso de no hacerlo se le castigaba con una leve descarga eléctrica a la planta de los pies, mientras que cada vez que empujaba la palanca se le daba un plátano.


Lo que hace diferente a la misión de Ham de todos los otros vuelos que se ensayaron con primates, es que Ham no actuó solamente como pasajero y porque los resultados de su vuelo de prueba condujeron directamente a la misión del astronauta Alan Shepard el 5 de mayo 1961 a bordo del Freedom 7.

Alan Shepard en el Freedom 7

El 31 de enero de 1961, Ham formó parte de una misión para el Project Mercury y fue lanzado desde Cabo Cañaveral a un vuelo suborbital que lo llevó a elevarse 253 Km a una velocidad de 9500 Km/hora. Esta misión era para monitorear sus signos vitales y vigilar sus tareas desde la Tierra. La cápsula también sufrió una descompresión durante el vuelo (es muy probable que a propósito), pero el traje espacial de Ham le impidió sufrir daño alguno. También se dieron cuenta con su empuje de palanca que el rendimiento en el espacio era sólo una fracción de segundo más lento que en la Tierra, lo que demostró que este tipo de tareas se pueden realizar en el espacio y sincronizarlas con la tierra.


Al regreso, su cápsula cayó en el Océano Atlántico y fue recuperado por un barco de rescate sólo con una pequeña magulladura de nariz. Su vuelo había durado 16 minutos y 39 segundos.

El famoso "apretón de manos" de bienvenida. Después de su vuelo en el cohete Mercury-Redstone, Ham es recibido por el comandante del barco de rescate

Primeros chequeos a su regreso

Después de su exitoso cuarto de hora en el espacio, Ham vivió durante 17 años en el Zoo Nacional de Washington, DC, y luego fue transferido al Zoo de Carolina del Norte antes de su muerte a la edad de 26 años el 19 de enero de 1983.

Después de su muerte el cuerpo de Ham fue entregado al Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas para su respectiva autopsia. Se decidió que la AFIP retendría el esqueleto Ham para estudios posteriores. El resto de su cuerpo, sin el esqueleto, fue enterrado con una placa conmemorativa. Su esqueleto actualmente se encuentra en el Museo Nacional de la AFIP, donde se lo conserva junto a los restos de soldados de la Guerra Civil Americana.

Fuentes y referencias:
1, 2, 3, 4

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1 comentarios:

Belén dijo...

Bueno, al menos vivió años y feliz...

Besicos

 
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