Esta fotografía es muy famosa en páginas y foros de internet, pero su contexto es poco conocido. Lo que usualmente se cita es:
“El miembro de una facción política tailandesa golpea el cuerpo sin vida de un estudiante colgado fuera de la Universidad de Thammasat en Bangkok, 6 de octubre 1976. La policía irrumpió en la universidad después de que los estudiantes se atrincheraran exigiendo la expulsión de un dictador militar.”
Las circunstancias que la rodean, son un poco más complejas, pero muy interesantes y trataré de resumírselas.
Tailandia era conocida como el Reino de Siam, y adoptó la denominación de “país” durante la Segunda Guerra Mundial para convertirse en aliado del Japón. Tras la derrota de los japoneses y el fin de la guerra, inmediatamente se convirtió en aliado de los Estados Unidos. Ya pueden hacerse una idea de su monarquía.
Desde el inicio de la Guerra Fría y hasta los años 80, Tailandia siempre fue un país políticamente inestable a pesar de vivir bajo una monarquía constitucional. Durante este periodo el país sufrió muchos cambios de gobierno, y la mayoría vía golpes de estado.
Desde el inicio de la Guerra Fría y hasta los años 80, Tailandia siempre fue un país políticamente inestable a pesar de vivir bajo una monarquía constitucional. Durante este periodo el país sufrió muchos cambios de gobierno, y la mayoría vía golpes de estado.
A inicios de los 70 en Vietnam vencía el comunismo, en Camboya aparecían los Jemeres Rojos, y para ponerse a tono con las revoluciones vecinas, en 1973 en Tailandia fue derrocado el régimen militar del General Thanom Kittikachorn, un acérrimo anticomunista. La violenta intervención del régimen militar en las revueltas, que dejó más de 70 muertos, incitó al Rey Rama IX a retirarle su apoyo. Así, el 14 de octubre de ese año, Thanom Kittikachorn dimitió y abandonó el país.
Para los estudiantes e intelectuales tailandeses empezó una época tranquila y podían expresarse con total libertad. Sin embargo, algunos nuevos movimientos de izquierda quisieron radicalizar sus propuestas; se sentían embriagados por la su victoria de sus vecinos vietnamitas y empezaron a manifestarse abiertamente organizando huelgas y pidiendo cambios en el sistema político. Lo que estos movimientos nunca se imaginaron, es que luego de tres años, los vientos de cambio no les eran favorables.
Los tailandeses veían con temor que los campos de exterminio en Camboya amenazaban con extenderse por el sudeste asiático. Con la retirada de las fuerzas de EE.UU. de Asia, los países de la región ahora se sentían temerosos y vulnerables de la carnicería comunista. (¿Quién entiende a las masas?)
Los tailandeses veían con temor que los campos de exterminio en Camboya amenazaban con extenderse por el sudeste asiático. Con la retirada de las fuerzas de EE.UU. de Asia, los países de la región ahora se sentían temerosos y vulnerables de la carnicería comunista. (¿Quién entiende a las masas?)
El mismo pueblo tailandés que tres años antes había apoyado a los estudiantes a derrocar al dictador de derecha Thanom Kittikachorn, ahora no apoyaba a los movimientos de izquierda. Estaban horrorizados de lo que se vivía en Camboya con el asesino Pol Pot y sus Jemeres Rojos. La gente también tenía miedo de convertir a su país en otro Vietnam.
El miedo hizo ahora que se desatara un fuerte sentimiento anti-comunista, especialmente cuando empezaron los brotes revolucionarios al sur del país. Se temían infiltraciones sediciosas desde los vecinos Vietnam y Camboya. En cada pueblo y aldea empezaron a agruparse amas de casa, obreros, estudiantes y profesionales para hacer frente a los grupos de izquierda, y ya eran frecuentes los enfrentamientos entre ambos bandos.
El miedo hizo ahora que se desatara un fuerte sentimiento anti-comunista, especialmente cuando empezaron los brotes revolucionarios al sur del país. Se temían infiltraciones sediciosas desde los vecinos Vietnam y Camboya. En cada pueblo y aldea empezaron a agruparse amas de casa, obreros, estudiantes y profesionales para hacer frente a los grupos de izquierda, y ya eran frecuentes los enfrentamientos entre ambos bandos.
Los violentos Jemeres Rojos soñaban con una nobleza campesina. Por eso tenían la consigna de asesinar a la clase adinerada, a los intelectuales y líderes religiosos. En ese orden.
El gobierno mientras tanto, se encontraba debilitado debido a las luchas internas entre facciones y fue incapaz de prever las consecuencias, así como tampoco se preocupó de frenar a tiempo a los grupos beligerantes. En medio de este ambiente caldeado, el dictador depuesto tres años antes, regresó a Tailandia “para ordenarse como monje”. Con los amargos recuerdos todavía frescos en la memoria, los estudiantes estaban indignados y se congregaron masivamente desde el 2 de octubre en el campus de laUniversidad de Thammasat para expresar su rechazo. A los estudiantes no tardaron en unírseles "más de 40 sindicatos" que amenazaban con paralizar el país con una gran huelga general.
Esta manifestación fue vista por sus detractores y por la gente de derecha como sospechosa. Se dedujo automáticamente que células comunistas se habían enquistado y estaban operando entre los grupos estudiantiles. Y bueno, es que en aquella época, con aquellos vecinos y con la Guerra Fría en todo su esplendor, lo más fácil era ser tachado de "comunista" o "anti-comunista" sólo por oponerse o aceptar cualquier sistema.La chispa que encendió la tragedia fue la quema, por parte de los estudiantes, de una efigie que representaba a un miembro de la familia real. Eso, ante los ojos del gobierno y de los grupos estudiantiles de derecha, ya había llegado demasiado lejos. Obviamente habían cometido un acto de "Lesa majestad". (No se porque esta última frase me recordó a mi país).
La madrugada del 6 de octubre de 1976, grupos de derecha, policía y fuerzas militares irrumpieron en el campus de Thammasat, participando en una orgía de sangre y atrocidades indistintamente contra los estudiantes y "acampados". La masacre dejó 46 muertos, cuyos cadáveres fueron golpeados, arrastrados y hasta mutilados. Muchos intelectuales y estudiantes inocentes tuvieron que huir y refugiarse hasta en las colinas.
En esta web tailandesa se pueden ver imágenes escalofriantes de lo que hicieron con esa pobre gente. Una salvajada.
En esta web tailandesa se pueden ver imágenes escalofriantes de lo que hicieron con esa pobre gente. Una salvajada.
La siguiente foto, al igual que la primera de este artículo, fueron captadas el mismo día de los sucesos por el fotógrafo Neil Ulevich, corresponsal de AP. Esta fue galardonada con el Premio Pulitzer de 1977.
Los familiares de los muertos y desaparecidos, hasta ahora se lamentan de la falta de interés y solidaridad de la gente con las víctimas del fatídico 6 de octubre de 1976, que no recibieron igual trato que los mártires que derrocaron a la dictadura tres años antes. El 6 de octubre es aún como una pesadilla que la sociedad tailandesa prefiere olvidar. El único monumento de los caídos de esa noche fatal, se encuentra en la misma Universidad de Thammasat.
Estos lamentables hechos se dieron porque la sociedad, el mismo planeta se encontraba polarizado entre dos sistemas enfrentados. Ver estas barbaridades ahora nos deberían avergonzar porque está demostrado que ninguno de los dos sistemas ha funcionado, sólo han servido para dividirnos y que las élites lucren. Una de dos: o la memoria humana es demasiado frágil, o aún no hemos aprendido ninguna lección.
Fuentes y referencias:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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3 comentarios:
No solo fue de mi agrado sino instructivo.
Nunca entendí, ni entiendo, la monarquía thai..
Saludos Interesante como siempre
Cuando la política se carga vidas humanas,me resulta innetendible que seamos seres pensantes y razonables!!!
Interesantísimo y escalofriante... :(
BESOTIS CABALLERO
Que horror. Creo, querido Carlos, que tienes razón en tus 2 hipótesis, tanto que podrían combinarse.: la gente no aprende de la Historia porque no es capaz de recordarla. O quizá es justo al revés: la gente no recuerda la Historia porque no son capaces de aprender nada de ella.
Sea como sea, esta es una historia terrible. Una de las más duras que te he leído en el blog.
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