Mientras el mundo vivía la Segunda Guerra Mundial, Genevieve Sullivan era una joven muchacha de Iowa que esperaba impacientemente que su novio regrese para casarse. Su prometido pertenecía a la Armada de los Estados Unidos y poco antes había sido transferido a Pearl Harbor, pero como sabemos, el destino es caprichoso y quiso la mala fortuna que el joven se encuentre ahí durante el ataque japonés de 1941 donde lamentablemente murió. La muchacha obviamente quedó destrozada, sentía que su única razón de vivir se había acabado.
Genevieve tenía cinco hermanos varones, que indignados por el traicionero ataque a su país -que de paso cobró la vida de su cuñado- decidieron enlistarse en el ejército para prestar su contingente. Ellos eran George de 28 años, Frank de 26, Joseph de 24, Matt de 23 y Albert de 20.
Los Sullivan eran la típica familia americana de clase media de los años 1920 y 1930. En la época de la Gran Depresión, su padre Tom Sullivan se consideraba un hombre afortunado porque tuvo la suerte de conservar su trabajo. No todos sus hijos varones pudieron terminar la escuela secundaria porque algunos de ellos decidieron trabajar para ayudar con los gastos del hogar. Casi toda la familia laboraba en la empacadora de carne de su pueblo en Iowa.
Cuando se enteraron de la muerte de su amigo y casi cuñado en el ataque a Pearl Harbor, no lo pensaron dos veces y se enlistaron en la Marina, pero insistieron en que se les permitiera permanecer juntos durante todo su servicio. La Armada estuvo de acuerdo y el 3 de enero de 1942, menos de un mes después de Pearl Harbor, los cinco hermanos prestaron su juramento oficial.
En febrero fueron asignados al buque USS Juneau que pronto partiría en una misión hacia el Pacífico. El hecho de ser cinco hermanos de una misma familia hizo que la prensa se fije rápidamente en ellos, por lo que gozaron de cierta popularidad, y claro, como era lógico, el ejército también aprovechó la situación para usarlos propagandísticamente.
Su buque partió el 1 de junio de 1942 hacia Guadalcanal donde se libraban cruentos combates tratando de impedir el avance japonés. El USS Juneau y su tripulación sirvió en combate junto a otros navíos en el Teatro de Operaciones del Pacífico y estuvo presente en la Batalla de Guadalcanal que inició el 12 de noviembre y duró tres días. El buque fue alcanzado por un torpedo y tuvo que ser retirado ese mismo día. Mientras se alejaba del área de combate, el barco fue alcanzado nuevamente por un torpedo de un submarino japonés y rápidamente empezó a hundirse, con el agravante de que el apoyo logístico no podía llegar debido a la presencia de la marina japonesa en el área.
El alto mando norteamericano pensó que después de recibir dos torpedos, muy difícilmente quedarían sobrevivientes en el USS Juneau, por lo que se dio la orden al resto de buques de seguir avanzando hasta la Isla Espíritu Santo. Fue un craso error de los generales porque aproximadamente 100 sobrevivientes quedaron abandonados en el océano a la deriva. Muchos de ellos gravemente heridos, sucumbieron a la intemperie, el hambre, la sed y al ataque de tiburones.
Ocho días después del naufragio, desde un hidroavión fueron divisados y rescatados apenas diez de los sobrevivientes. En sus testimonios relataron que ninguno de los hermanos Sullivan logró sobrevivir. Frank, Joseph y Matt murieron instantáneamente en las explosiones de los ataques, Albert murió ahogado al día siguiente y George falleció a los cuatro o cinco días del suceso.
Por motivos de seguridad la Armada no había hecho público el naufragio del USS Juneau, razón por la cual los padres de los Sullivan empezaron a preocuparse al no recibir las cartas que religiosamente les escribían cada semana sus hijos. Fueron notificados dos meses después, el 12 de enero de 1943. Esa mañana el padre, Tom, se alistaba para salir al trabajo cuando vio que a su puerta se acercaban tres hombres uniformados. Luego de abrirles la puerta recibió la fatal noticia:
- Le tenemos noticias de sus muchachos- ¿Qué noticias? preguntó nervioso Thomas
- Lo sentimos mucho, los cinco murieron en el frente de batalla
El presidente Franklin Roosevelt envió a los padres una carta personal donde les daba el pésame y les agradecía por el sacrificio de sus hijos, y hasta el mismo Papa Pío XII les envió una medalla de plata junto a un rosario y una nota de condolencia.
En febrero de 1943 la armada de los Estados Unidos cambió el nombre de uno de sus más grandes buques destructores y lo rebautizó como USS The Sullivans, del cual su madre y hermana fueron madrinas. Este buque estuvo principalmente activo en la Guerra de Corea.
A raíz de la muerte de los hermanos Sullivan el ejército de los Estados Unidos creó y adoptó la política del "único sobreviviente" que estaba diseñada para proteger a los miembros de una misma familia que ya hayan perdido algún familiar en la guerra. En caso de haber dos o más hermanos en el frente de batalla, ya no podrían estar juntos o en el mismo destacamento para evitar un suceso similar al de los Sullivan y si alguno de ellos caía en batalla, él o los sobrevivientes tenían el derecho de regresar a casa. Esta ley también protege a los hijos únicos. Hoy en día, el Museo de Veteranos de Iowa y la Escuela de Defensa de los Estados Unidos en Japón, llevan su nombre en su honor.
Aunque no hubo cuerpos para enterrar, en el Cementerio de Arlington hay cinco lápidas con sus nombres y la leyenda: "Brothers in Arms".
Quería contarles otra anécdota. A mi madre siempre le ha gustado el tango y recuerdo que cuando era pequeño había una canción que me impactó mucho porque era demasiado triste. Se llama "Silencio en la noche" y es del gran Carlos Gardel. Cuando me enteré de la historia de los hermanos Sullivan, se me vino inmediatamente a la cabeza este tema. Si alguien quiere ver la letra puede hacerlo aquí.
Fuentes e imágenes:
Arlington, WWII, Wikipedia, SGM
16 comentarios:
Impresionante Carlos.
Igual me da fea sensación, porque no hay nada que regrese a un hijo.
Cuanto dolor.
Besitos.
Y los cinco nada menos :(
Venga ya, hombre... ¿dónde pensaban que iban? iban a la guerra!
Qué tontería alistarse...
Besicos
Pobres padres y hermana.
Que horror.
No quiero ni imaginarme el dolor que tuvieron el resto de sus vidas.
Besos.
Me sonaba la historia, pero no recordaba los nombres.
Un abrazo.
Orgullo y muchìsimo dolor enlazados en eta historia que es de pelìcula...
P.D.:No quisiera estar nunca en los zapatos de unos padres como los de esos valientes muchachos!!
BESITOS INVERNALES CABALLERO ;-)
vaya... que grande historia... yo creo que no fueron conscientes reales lo que significaba alistarse...
aunque sin duda alguna no se como se les ocurrio mandar una patrulla a por los supervivientes que mal lo tuvieron que pasar...
que tenga que pasar este tipo de cosas para que exista una ley como esa.....
enhorabuena me ha encantado el texto!!
Hola Carlos:
Triste historia, propia de las guerras. Comparto lo que dice Acida, acerca de no haber sido concientes de lo que significa alistarse.
Al menos el sacrificio de los hermanos, sirvió para la adpción de las normas expuestas, algo más protectoras. ¡Algo!
Un abrazo.
La puta guerra!
Que buena historia. Pasando por acá a los años y dejando un gran saludo y un gran abrazo!
Lucho
La puta guerra!
Que buena historia. Pasando por acá a los años y dejando un gran saludo y un gran abrazo!
Lucho
feliz finde muaksssssssssssssssssss
El album clásico de Dire Straits comparte el nombre de "Brothers In Arms", y por cierto también tiene una historia interesante, saludos.
www.clickenplay.blogspot.com
Se dice o se sabe (ahora), que sabían de ese ataque, pero que dejaron que sucediera. Sólo mirar los datos: Antes de Pearl Harbour, el 90% de estadounidenses estaban en contra de la guerra. Después, 1 millón se alistaron voluntarios. Si esto es verdad, esto explicaría muchas de las cosas que suceden hoy día (Torres gemelas 11/S, 11/M, 7/J, etc)
Saludos;
la narración más bien suena a telenovela patriotera, ya saben: los heroicos y buenos chicos Sullivan que se enlistan para defender la libertad y luchar contra los cobardes y tramposos japoneses que atacaron Pearl Harbor.
Pero como alguien ya lo menciona existen pruebas que demuestran que el Gobierno de los EE.UU. deseaba entrar en la guerra, pero la mayoría de estadounidenses no deseaban aquello, entonces que mejor que "dejar hacer y dejar pasar" el convoy de barcos de guerra nipones con rumbo a Perl Harbor, de esa manera se conseguía imbuir de patriotismo ignaro a las masas estadounidenses, como finalmente sucedió. La prueba son los "heroicos" chicos Sullivan. ¡Ah! pero eso sí, sus apellidos pasaron a la historia a través del temible y siniestro USS Sullivan. ¡Que tal, como para que Spielberg, haga algunos cientos de millones de $$$$$, explotando la sensiblería y el bastardo patrioterismo.
pablo como tu mismo lo haz dicho, los japoneses atacaron pearl harbor, eu los haya o no dejado entrar no es problema, si no que ellos atacaron y punto.
Saludos,
Linda e impactante historia; debo decir que me encanta este blog el cual tengo recíen meses leyendo.
Alguien en sus comentarios dice que existen pruebas de que USA quería entrar a la guerra...¿donde están esas pruebas? viendo aquellas pruebas creeré aquello....por otro lado pienso que Spielberg debió haber usado esta historia para inspirarse en Salvando al soldado Ryan, porque según tengo entendido se basaron en 8 hermanos que fallecieron en la Guerra Civil Americana para crear la mencionada película....
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