Aló?

No sé que sería de mi sin el teléfono, puede sonar exagerado pero a mis 15 años tuve una especie de adicción a él. Ya sé, las mujeres somos reconocidas como el terror del aparatito ese, pero díganme chicas si no es divino estar horas con el aparato pegado a la oreja y hablar de todo y de todos?

Mi hermano no podía entender y siempre me decía lo mismo:
-“Pero che nena, acabas de estar con Maru, tantas cosas tenés para decirle que no cortás nunca? Dale que me tienen que llamar...”
El tiempo transcurría y yo no cortaba ;)

Todo esto debo agradecerlo a Almon Brown Strowger un norteamericano que después de haber luchado en la Guerra Civil estadounidense y haberse dedicado a varias actividades, terminó siendo el dueño de una casa funeraria.

Era una persona muy inteligente, tenía conocimientos de mecánica y todo lo que se relacionaba con la tecnología de aquella época. Muy obstinado el hombre, todo lo que se proponía siempre de algún modo llegaba a concretarlo.

Muchos me dirán que fue Graham Bell el inventor del teléfono y claro que así fue, pero fue Strowger el que ideó y patentó la primera central telefónica automatizada allá por 1891. Gracias a el dejamos de lado el sistema de clavijas. ¿Lo han visto en películas?


Ahora bien, lo curioso de todo esto es el motivo que lo llevó a idear dicha central.

Como les dije anteriormente, Almon era dueño de una funeraria en Kansas. Sus ventas decayeron y pronto comenzó a sospechar que el otro “funebrero” del pueblo que estaba casado con la telefonista local, le quitaba la clientela.

El tema era así.
Los avisos de personas fallecidas llegaban a su empresa por distintos medios y uno de esos era el entonces flamante teléfono.

El tiempo le dio la razón y pudo comprobar que la mujer del funebrero rival desviaba las llamadas telefónicas de clientes que originariamente iban dirigidos a Strowger, en beneficio de su marido.
Descubre la trampa porque había fallecido un amigo suyo y la familia había organizado todo para que el entierro corriera por parte de la empresa de Almon, pero la llamada fue recogida por el otro enterrador.

El frustrado Strowger decidió que su futuro comercial, o el futuro comercial de cualquier empresa no podía estar en manos de los caprichos de cualquier operadora de una central telefónica.
Decidió desarrollar un sistema que permitiese que un usuario, (por si mismo y sin intervencion de operadoras), se comunique con el abonado que quiera.
Se juró a sí mismo que jamás volverían a robarle un muerto y al poco tiempo nacía una primera e insipiente central telefónica que fue el pie para mejorar la calidad de comunicación al mundo entero.


En el verano de 1896 fue introducido por 1era vez el "disco" de seleccion de abonados, es decir este discaba y se comunicaba directamente, tal y como lo hacemos ahora. Este avance fue patentado bajo el numero 597.062 y fue llevado a cabo por los hermanos Erickson, que ya eran empleados de la nueva compañía de Strowger.

No me quiero explayar, todos sabemos los avances que derivaron a la aparición del teléfono, la primera central telefónica, la línea de larga distancia, el primer servicio trasatlántico, las centrales electrónicas, hasta el primer teléfono celular, que al día de hoy ya podemos conectarlo a internet como el iPhone o el Nokia N95.

Me gustan estas historias que se tejen detrás de bambalinas y han sido la chispa que ha provocado el avance de muchos hechos históricos.

Dicen que uno a lo bueno se acostumbra, no sé, pero no logro concebir una vida sin comunicación y creería que ustedes tampoco.