Leyenda, intelecto y derroche

“Cuenta la leyenda que Amulio expulsó del trono del Lacio a su hermano Numitor y obligó a la hija de éste, Rea Silvia, a hacerse sacerdotisa, para evitar que tuviera descendencia.
Sin embargo, Marte acabó poseyendo a la bella Rea y ella tuvo dos gemelos. Amulio se enteró y ordenó colocarlos en una cesta en el río Tíber, para que fuesen arrastrados hasta el mar y muriesen ahogados.
La cesta encalló a unos 20 kilómetros de la desembocadura y los gemelos terminaron por ser amamantados por una loba llamada Luperca y más tarde recogidos por un pastor que los crió junto a su esposa, llamándolos Rómulo y Remo.
Los dos hermanos crecieron y acabaron fundando una pequeña ciudad llamada Roma en el 753 antes de Cristo.
La ciudad creció hasta convertirse en el mayor imperio que hasta ahora ha conocido la humanidad.”


Traigo a la memoria esta leyenda de Rómulo y Remo, para hablar de un tema que me resulta muy interesante.

Estudios recientes sobre 14.000 niños bielorrusos han demostrado que la leche materna favorece a la inteligencia del ser humano.
Los bebés que fueron amamantados durante más tiempo, sin mezclar leche materna y leche de fórmula, tuvieron mayor desarrollo cerebral vinculándose éste a un mayor coeficiente intelectual y lograron puntuaciones superiores en pruebas de inteligencia, comparados con otros chiquitos. También desde el punto de vista emocional, va a ser un hombre o una mujer más equilibrado.

Otra buena razón para dar de lactar a los bebés durante un largo período es que la leche materna contiene “leptina” que es una proteína que protege a los bebés de padecer obesidad y otras enfermedades como la diabetes en la edad adulta.

Se engrosan los beneficios de la lactancia materna respecto a que un chico amamantado tiene la capacidad de producir mayores niveles de colesterol “bueno” cuando sea grande, lo que le otorgará una mejor salud cardíaca.

La lactancia materna no solo fortalece el vínculo entre madre e hijo, sino que está comprobado que los beneficios del amamantamiento prolongado llegan a la adultez.

Con tan poco, tenemos la garantía en nuestras manos de otorgarle una calidad de vida más saludable a nuestros hijos.

Por algo siempre decimos que la naturaleza es sabia y no se equivoca…

Irónicamente, en esta crisis que vivimos en Argentina, se han desechado 4 millones de litros de leche por día sin procesar a causa de los cortes de rutas que efectuaban los transportistas, porque el lácteo no puede permanecer más de 24 horas en los tambos o camiones.