Kiss me...

Kissing the War Goodbye (Victor Jorgensen)

V–J day in Times Square (Alfred Eisenstaedt)

Pues si, acabo de enterarme que la famosa fotografía del beso en el Time Square, tiene dos panorámicas distintas, que, por esas cosas raras del destino, fueron captadas en el mismo lugar y a la misma hora.

El instante fue inmortalizado por dos fotógrafos: Victor Jorgensen (NY Times) y Alfred Eisenstaedt (Revista Life), siendo la imagen de este último la más conocida. Fueron tomadas en Times Square el 14 de agosto de 1945 al momento que las radios comunicaban al mundo la rendición incondicional del Japón.

Como curiosidad, les cuento que la primera imagen, al ser tomada por un empleado del gobierno estadounidense en desempeño de sus funciones (Jorgensen era fotógrafo de la armada), está libre de derechos y es de dominio público. La segunda tiene derechos de autor.

Las fotos muestran a un soldado de la marina de Estados Unidos, besando apasionadamente a una enfermera. Siempre se pensó que la chica era novia del marino. Ahora se sabe que ambos protagonistas, eran completamente desconocidos el uno para el otro.
¡Qué agallas del tipo para agarrar a la primera mujer que ve, y estamparle un beso de esos! Un verdadero tipazo.

Luego de exhaustivas investigaciones y entrevistas, forenses fotográficos han encontrado al protagonista de la foto, Glenn Edward McDuffie.

“Estaba saliendo del metro en Times Square y, desde lo alto de las escaleras, una enfermera me dijo que se sentía muy feliz por mi. Le pregunté '¿Por qué?' y ella me dijo: 'La guerra ha terminado, podrás volver a tu casa'
Me emocioné mucho porque mi hermano era prisionero de guerra de los japoneses, entonces salté y tomé a la enfermera en mis brazos…”
Glenn Edward McDuffie

Quise graficar con esta introducción el efecto beneficioso de besar. Un beso puede ser catalizador de angustias y ansiedades profundas porque está demostrado que al besar enviamos al torrente sanguíneo serotonina, dopamina, endorfinas, etc.

Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana, pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven un promedio de cinco años más.

Pero, y si esto es así, ¿por qué mientras más conocemos y tiempo pasamos con nuestra pareja, dejamos de utilizar el beso como muestra de cariño o efecto placebo? ¿El efecto es más fuerte con una persona nueva o diferente, que con alguien que ya conocemos?