Mundos paralelos

...y ahí estábamos mamá y yo, un domingo cualquiera a la mañana, las dos en el living de casa, compartiendo el mismo mate, pero cada una enfrascada en su mundo.
Ella con sus costuras en la máquina de coser y yo con mi laptop respondiendo mails. Tal cual un viejo matrimonio... solas, pero acompañándonos y respetando nuestras libertades.
¿Cuantas veces hemos escuchado y comprobado en carne propia que la convivencia, ya sea de pareja, entre amigos o padres e hijos, no es nada fácil?
Más cuando se trata de personas de diferentes generaciones, sí que cuesta, pero no resulta imposible...
Desde que estamos las dos solas, nos hemos ido complementando, acompañando y también respetando nuestras soledades y nuestros tiempos, que son muy diferentes, pero se unen en un punto en común... el amor.
…y así, entre algunas discusiones y pactando ciertas reglas de convivencia cada una, aprendimos a convivir dándonos el espacio que cada una necesita.

Te quiero, Ma!