Ellas

Es un hecho que las mujeres y hombres somos totalmente distintos. La ciencia ha demostrado que la inteligencia emocional es distinta en cada género.
Las mujeres maduran bastante más rápido que nosotros los hombres. La mayoría de las chicas de 17 años pueden manejarse como adultas mientras la mayoría de los chicos de esa edad aún coleccionan cromos de fútbol y los intercambian, después de la clase de gimnasia se miden sus partes nobles, se las comparan, hacen concursos de quien orina mas lejos, se trepan en los árboles, etc. Este es uno de los motivos por los que los romances del colegio rara vez funcionan.
En la universidad, si se fijan bien, un hombre lleva un solo cuaderno cuadriculado de apuntes semi destruido que sirve para todo, apuntar teléfonos de las nenas, jugar 3 en raya, tabla de ouija, cubrirse de la lluvia y hasta para hacer avioncitos o fogatas románticas. Las chicas en cambio llevan uno por materia, separadores por fechas, utilizan marcadores, resaltadores intensos, clips de colores, dibujan caritas felices, tienen una caligrafía linda y si están enamoradas, encima de la letra i ponen un corazón chiquito (en este punto recordé que en mi época de universidad antes de los exámenes siempre estuve convencido de que la fotocopiadora era de largo el mejor invento de la humanidad).
Aún recuerdo cuando estuve casado, mis pertenencias en el baño común no llegaban a 5 y todas cerca del lavabo: cepillo y pasta dental, espuma de afeitar, afeitadora Bic desechable, after shave, champú (utilizado indistintamente para la cabeza o el cuerpo) y talvez una toalla del último hotel en que estuve.
Por el otro bando recuerdo había un promedio de 60 frascos y accesorios entre cremas, pócimas y menjurges (un hombre común no puede identificar la mayoría de estos objetos).
Los hombres y las mujeres somos entes muy complejos y diferentes, tanto en tiempo como en espacio, tanto pasional como racionalmente.
A que viene todo esto? pues creo que el hombre, en escencia es un ser muy básico en comparación a la complejidad de la mujer. Las mujeres nos dan ese equilibrio y las herramientas que vamos olvidando en el camino.
Esa complejidad, orden y detallismo que las caracteriza, unido a nuestro natural desparpajo crean un estado natural perfecto en nosotros. Es muy cierto aquello de que tras de cada gran hombre hay una gran mujer.
Benditas mujeres.