viernes, enero 21, 2011

El curioso origen de la multimedia

La palabra multimedia nos indica que un objeto, artefacto o sistema cuenta con varios recursos que van desde el texto o imágenes, hasta la animación y el video. Ahora los utilizamos a diario y nos facilitan la vida, pero si yo les pregunto a ustedes cuál fue el primer aparato multimedia, seguramente me responderán que las primeras cámaras fotográficas o las cintas de cine de los hermanos Lumière.

La verdad es que el primer sistema multimedia es más antiguo, de hecho se remonta a mediados del siglo XIX cuando un visionario artista inventó un primitivo aparato, gracias al cual se convirtió en uno de los hombres más ricos y famosos del mundo. Voy a contarles la historia de John Banvard, el olvidado padre de la multimedia.

John Banvard

John Banvard nació en Nueva York el 15 de noviembre de 1815 y desde temprana edad mostró una gran afición y talento para el dibujo, tanto así que desde muy joven decidió ganarse la vida recorriendo los pueblos de Kentucky pintando rótulos, carteles y pasando las noches al aire libre en los puertos del Mississippi. Poco después consiguió trabajo pintando telones de escenografías para un teatro ambulante, y fue donde aprendió el arte de pintar lienzos de gran tamaño hechos para ser vistos a la distancia.

Cierto día se encontró con una feria ambulante y observó una de sus nuevas atracciones, una cosa a lo que llamaban "panorama". Éste era un rollo continuo de lienzo pintado que se desplegaba horizontalmente al girar una manivela, en el cual se mostraban varios paisajes al público. La gente pagaba por ver estos paisajes que se iban moviendo lentamente, recordemos que en aquella época aún no existía el cine.

Lienzos unidos para formar un "panorama"

John Banvard estaba convencido de que podía hacer algo mejor y más novedoso, y fue cuando decidió pintar su famoso “Panorama del Mississippi”. La idea de John era mostrar al público la vida y las costumbres de la gente que vivía a orillas del Río Mississippi, recordemos que el río tiene unos 5000 km de largo y pasa por varios estados, cientos de pueblos y ciudades, pero él se había criado a orillas de ese río y el proyecto lo seducía, así que decidió ponerse manos a la obra.

Compró una pequeña canoa y un baúl donde guardó cientos de cuadernos y lápices para dibujar. Empezó a navegar solo y durante dos años por el río escribiendo lo que veía, tomando apuntes y haciendo pequeños garabatos.
Su travesía lo llevó desde Missouri hasta Nueva Orleans y cuando estuvo seguro de que había dibujado y anotado hasta el más mínimo detalle, desembarcó en su pueblo y compró enormes rollos de lienzo, los cuales fue apilando en un viejo galpón donde empezó a pintarlos con todo lo que había visto en su travesía de dos años. Luego los unió secuencialmente y por fin vio terminada su obra maestra a la que llamó el “Gran Panorama móvil del Mississippi de Banvard”, que fue expuesto al público por primera vez el 29 de junio de 1846 en un teatro de Kentucky a un costo de 50 centavos por persona.

Sistema de manivelas de los "panoramas"

Mientras el lienzo se iba desenrollando a lo largo del escenario (las manivelas quedaban ocultas detrás del telón a ambos lados), John Banvard iba contando las numerosas aventuras que le había deparado cada tramo del río y ordenaba girar la manivela más rápido o más despacio según el interés de cada tramo de la historia y las reacciones del público; además toda la exposición contaba con el acompañamiento musical de un piano tocado por su mujer. El efecto, tomando en cuenta la época, debió haber sido impresionante.

John y su panorama tuvieron un éxito rotundo, se cansó de llenar teatros en Kentucky y pronto fue pedido en las grandes ciudades norteamericanas. La acogida fue fabulosa, especialmente en Nueva York y Boston que eran los centros culturales más importantes de aquella época. Todas las noches agotaban las entradas para su espectáculo.


El espectáculo se anunciaba como“la pintura de tres millas de largo” (5 Km), pero se ha calculado que la obra tenía en total unos 1500 metros cuadrados, o sea, aproximadamente unos 900 m de largo.

En el pináculo de la fama decidió llevar su lienzo a Londres donde le fue tan bien, que hasta fue requerido para que le hiciera una presentación privada a la Reina Victoria en el Castillo de Windsor. Durante varios años llenó los teatros londinenses casi a diario y recibía elogios de las más respetadas celebridades de la época como Charles Dickens. De Londres pasó a París, donde su lienzo fue exhibido con éxito durante otros dos años consecutivos.

Banvard en una presentación privada a la Reina Victoria, 1849

A estas alturas sobra decir que John Banvard era el artista de moda, y como sabemos, la fama casi siempre suele venir acompañada de mucho dinero. De hecho es probable que Banvard haya sido en su momento el artista más rico del mundo. Ironías de la vida, era un pintor millonario sin haber vendido en su vida un solo cuadro.

Pero como todos sabemos el mercado es dinámico y si un producto resulta exitoso, enseguida le saldrá la competencia. Eso básicamente fue lo que le paso "al pobre de John", ya que muchos artistas de la época enviaban a sus estudiantes como espías a las exhibiciones de Banvard para qué tomaran apuntes e hicieran pequeños bosquejos para copiar los lienzos en sus talleres. Muy pronto empezaron a aparecer "otros Lienzos del Mississippi” que se exhibían por un precio más módico.

Cuando John Banvard se enteró que había muchos plagios de su obra decidió tomar cartas en el asunto. Siguiendo sus instintos innovadores se embarcó en un nuevo proyecto: si antes había pintado la rivera oriental del Mississippi, ahora iba a pintar la occidental. Tenía que diferenciarse de aquellos vulgares plagiadores. Esta innovación le permitió mantener el espectáculo durante unos años más.

John Banvard, cuando ya era un artista consagrado

Cuando regresó a su país se instaló en Long Island donde -como todo buen millonario- decidió mimarse y regalarse un capricho, se mandó a construir un castillo escocés para él y su esposa. Luego, movido por los negocios decidió construir un gigantesco museo egipcio en medio de Manhattan, lo cual le costó su nada modesta fortuna. Ya en la ruina, con su castillo embargado y sin tener a donde ir, tuvo que instalarse en una habitación prestada en la casa de su hijo.
Con su viejo lienzo (el primero) bajo el brazo (metafóricamente hablando) regresó a su viejo Kentucky para tratar de volver a hacer fortuna con su show, pero para su desgracia, el cine ya había ganado terreno extinguiendo este género de los “panoramas”.

Banvard murió en Dakota el 16 de mayo de 1891 en la más paupérrima de las pobrezas. Su familia -también pobre- tuvo que subastar sus últimas pertenencias para pagar el funeral, entre ellas el famoso "Panorama del Mississippi". Aquel lienzo que en décadas pasadas fuera el “boom” de los espectáculos, terminó siendo cortado en pedazos y utilizado como material aislante de relleno para las paredes de las casas del pueblo.

Dada la época y las circunstancias, a John Banvard bien puede considerársele el padre de la multimedia moderna porque logró explotar el medio visual, musical e interactivo con su público.

Fuentes y referencias:
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

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13 comentarios:

Lara dijo...

Vaya vaya vaya.... pues desdeluego no tenía ni idea.
Besitos Carlos muuuuuacksss!!!!

Cyrano dijo...

Muy interesante

Johan Daniel Estrella dijo...

¡Muy buen historia Carlos!

Aquellos increíbles lienzos...

En verdad hubiera sido una verdadera maravilla admirarlos hoy, pues serían una magnífica ventana al pasado.

Me encantó eso de "ahora voy a pintar la occidental". Impresionante la capacidad del ser humano.

;-)

TORO SALVAJE dijo...

Lástima del final de su vida.
Que buena historia.

Saludos.

Natalia Cartolini dijo...

Me encantó el post, sobre todo porque soy estudiante de multimedia. Qué genial su forma de demostrar lo visual y acompañado de música! Lástima que como siempre las ideas te las copian. Saludos :)

GABU dijo...

Por què serà que enseguidita todo aquel que se sabe poseedor de una excelente idea para comenzar a lucrar,termina contando los billetes antes de tenerlos en la mano y eso los termina fundiendo... ¬¬?

P.D.:Este señor supo como manejar un mètodo màs que novedoso,làstima que no se le haya ocurrido còmo sostenerlo en el tiempo!!

BESITOS ADMIRADOS CABALLERO ;-)

Javier Sanz dijo...

Hoy en día ese "panorama" no tendría precio.
¿Por qué las fortunas que llegan rápido se suelen ir más rápido?

Un saludo

Anónimo dijo...

Por qué será que casi todos los que han tenido grandes éxitos impulsados por una gran idea, terminan así de mal?

El antifaz dijo...

Gracias a pioneros asi avanzamos.

Saludos.

Belén dijo...

Todo tiene un origen, sin duda...

Besicos

Gabiprog dijo...

Y todo esto sin Windows ni Mac!

Ea!

:-)

Manuel__7 dijo...

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Georgells dijo...

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G.

 
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