miércoles, septiembre 02, 2009

El enigma del Mariscal Ney

Esta historia empieza en Carolina del Sur en 1846.
En su lecho de muerte, Peter Stuart Ney, un ex profesor de francés, mientras agonizaba llamó a su enfermera y con voz débil le hacía una rarísima confesión:
- Soy el Mariscal Ney de Francia.
Claro, la mujer pensó que el pobre hombre estaba delirando, pero remontémonos a esa época y revisemos un poco de historia.

El Mariscal Michael Ney fue uno de los generales más talentosos que tuvo la Francia Revolucionaria y era casi una leyenda viva entre sus tropas, quienes lo conocían como "el más valiente de los bravos". Tal era su fama y coraje que desde sus inicios formó parte del círculo íntimo del Emperador, de hecho Ney recibió de manos del mismísimo Napoleón Bonaparte su bastón de Mariscal del ejército.

Mariscal Michael Ney

Después de que el ejército francés fuera derrotado en Waterloo por los ingleses al mando del Duque de Wellington, Napoleón fue desterrado a una remota isla del Atlántico y el Mariscal Ney fue sentenciado a morir frente a un pelotón de fusilamiento junto otros generales franceses.
Los mismos soldados que habían combatido bajo su mando durante la guerra, llevaron a Ney al paredón la mañana del 7 de diciembre de 1815 en París.
El famoso Mariscal fue puesto contra un muro, allí rehusó ponerse una venda sobre los ojos y se le concedió el derecho de dar él mismo la orden de disparar.
Desde allí se dirigió a sus ex soldados en los más emocionantes términos:

«¡Soldados, rechazo el juicio que me condena! He luchado cien veces por Francia y nunca contra ella. Camaradas, cuando ponga la mano sobre mi pecho, disparadme directo al corazón!»

Los soldados levantaron sus fusiles; Ney colocó su mano sobre el pecho y luego se escucharon los disparos que lo matarían. El Mariscal cayó en un solo acto, con su camisa manchada de sangre.
De acuerdo con varios testimonios, el cuerpo fue retirado con una rapidez sospechosa y luego, dejaron el cadáver tendido en la cama de un hospital.
Fue enterrado al día siguiente en el cementerio Père Lachaise de París y ningún familiar, ni su esposa asistieron al funeral; sólo un pariente lejano del mariscal estuvo presente cuando su cuerpo descendía a la fosa.

Representación del fusilamiento del Mariscal Ney

Tres años más tarde, en Florence, Carolina del Sur, ingresa un nuevo profesor de francés al Davidson College; era un hombre de mediana edad y que se hacía llamar Peter Stuart Ney. Fue un tipo oscuro, hasta cierto punto misterioso, y sólo se sabía de él que había llegado desde Francia en un buque que desembarcó en Charleston en 1818.
En cierta ocasión fue invitado a una fiesta y comenzó a beber con sus colegas hasta que pronto se pasaron de copas. En cierto momento de la noche, a Peter Stuart se le empezó a ir la lengua y aseguraba que él era el famoso Mariscal francés.
Contó que un plan organizado y llevado a cabo por sus antiguos subalternos, y con la aprobación de su antiguo enemigo, el duque de Wellington, le había salvado de la ejecución.

"Wellington me tendió su mano -dijo-, porque a pesar de haber sido mi enemigo en el campo de batalla, a ambos nos unían los fraternos lazos de la masonería; y el Duque, no podía permitir la humillante muerte frente al paredón de un hermano de la logia"

El profesor explicó que el pelotón disparó en realidad por encima de su cabeza, mientras él sostenía en su mano un recipiente lleno de sangre y que el líquido se derramó cuando puso la mano sobre su pecho. Después fue enviado clandestinamente a América en un barco.
Obviamente nadie tomó en serio las declaraciones el ebrio profesor hasta luego de un tiempo en que sucedió un hecho muy curioso.
En 1821, seis años después de la presunta ejecución en Paris, uno de los alumnos del profesor Ney llevó a la clase un periódico que informaba de la muerte de Napoleón en la isla de Santa Elena. El profesor se desmayó ante sus alumnos y tuvo que ser trasladado hasta su casa. Poco más tarde, ese mismo día, trató de degollarse pero fue encontrado inconsciente desangrándose y pudo ser salvado.
Ya en el hospital, lo examinó un médico, quien comprobó que las cicatrices visibles en su cuerpo coincidian con las heridas que el mariscal Ney había recibido en combate.

En alguna otra noche de bohemia, el profesor Peter Stuart Ney contó que durante su viaje clandestino hacia América, uno de los pasajeros -un soldado que había sido de sus tropas- lo había reconocido. Tiempo después, buscado e interrogado, el pasajero confirmó los hechos.
Por otra parte, este profesor conocía -y comentaba- hechos y detalles demasiado íntimos de la vida del mariscal, y sabía al dedillo las técnicas militares europeas con las que maravillaba a sus compañeros en las reuniones sociales cuando se pasaba de tragos. Al día siguiente solía decir que no recordaba lo que había dicho bajo los efectos del alcohol. (WTF!!)

Peter Stuart Ney murió en 1846 y hasta el final sostuvo su extraña historia, ya en su lecho, antes de morir dijo:
- "Bessières está muerto; la Grande Armée está muerta; ahora, por favor, dejadme morir a mí también"

Inscripción en la tumba de Peter Stuart en USA

A la memoria de Peter Stuart Ney
Nativo de Francia y
soldado de la Revolución francesa de Napoleón Bonaparte
quien partió de esta vida 15 de noviembre 1846
77 años de edad

Mientras tanto, en París, en el cementerio Père Lachaise, los franceses desde hace dos siglos han rendido honores al gran Mariscal en su fastuoso mausuleo.

Mausuleo del Mariscal Ney en Père Lachaise

El misterio no ha podido ser resuelto, pero los investigadores e historiadores continúan estudiando la relación entre los dos hombres. Dorothy Mackay Quynn, una egresada de la UCLA y de la Universidad de París, realizó una amplia investigación sobre Peter Stuart y el mariscal Ney. Ha escrito numerosos artículos sobre el militar francés, incluyendo "Las dos tumbas del mariscal" y "Ney, tentativa de evasión" (1961 Estudios Históricos de Francia).
El Davidson College tiene archivado todo el informe de Quynn, sus artículos, y una gran colección de correspondencia, manuscritos y fotografías que utilizó en la investigación sobre Peter Stuart Ney.

Carta firmada por Michael Ney, comparada con las de Peter Stuart

Un conocido grafólogo neoyorkino, David Carvalho, examinó cartas escritas por el mariscal Ney y las comparó con las del profesor. No tuvo la menor duda, estableció que estaban escritas por la misma persona.

Ninguna investigación ha sido concluyente todavía, y claro está, aún si lo fueran, Francia jamás aceptaría que un ícono de su historia, que un héroe napoleónico, haya muerto como un incógnito profesor en América y que está enterrado en una pequeña ciudad de los Estados Unidos, ¿verdad?

Fuentes:
DavidsonEncyclopedia.com
Editorialbitácora.com
De reyes, dioses y héroes

34 comentarios:

Lara dijo...

Me ha gustado mucho leer esta história y más con el misterio que encierra ;)
Muuuuuuacks!

Unknown dijo...

Yo sabía que Ney, bravo entre los bravos, no habia caido en los brazos de la perfida Albión

TORO SALVAJE dijo...

Dan ganas de ponerse a investigar.
Que buena historia.

Saludos.

GABU dijo...

Cosa rara que casi un pelotòn de fusilamiento tuviera tan mala punterìa,no??

En esta historia,me parece que aùn queda mucha tela por cortar...

P.D.:Son verdaderas incògnitas algunas historias de vida despuès de la muerte,no??

LE DEJO MUCHIOS BECHIOS CABALLERO ♣

Anónimo dijo...

Hola CARLOS,es un placer leerte y soy ecuatoriana como tù, y sabes yo vivo en la calle Mariscal NEY e ignoraba toda esta historia, te he leido con mucho interes, te saludo y hasta la proxima.Vivo en Waterloo!.

lopillas dijo...

No puedo leerte ahora que te estoy escuchando :D Uaaaauhhh, bonita voz.
Luego vuelvo!

Ursus Andinus - IronGandho dijo...

Había oido de Ney, gran Mariscal.
Interesante historia y muy posible.

Los documentos empolvados pueden enseñar mucho.

Un abrazo

Roze dijo...

Carlitos!!!
Esta noche estare online para oir tu entrevista!! me mandas un saludito :) a tu fan number one!!!

Besito y nada de nervios!

Byron dijo...

Increible historia. Cuantos no habrán pasado por similares situaciones en el mundo, de héroes a ilustres desconocidos. Saludos.

Gizela dijo...

¡Que buena historia, Carlos!
Digna de un buen libreto de cine.
A mi no me cuesta creer el pacto entre el mariscal y Wellington.
Entre ciertos personajes, priva más el honor que la enemistad.
Un besote Carlos y lindo finde.
Gizz

Mary Lovecraft dijo...

Por qué misteriosos senderos las vidas de algunas personas se ven abocadas...para finalmente seguir adelante y conformar otra vida misma.

Increíble la historia de Ney

gracias por compartirla, Carlos :)

un beso grande!

Situco dijo...

pues no se si será cierto.... pero me gustaría que lo fuese....

abrazotes amigo

Unknown dijo...

Amigo Carlos, una vez más nos traes una historia interesante. El análisis grafológico parece bastante concluyente. Un fuerte abrazo,
V.

Unknown dijo...

entonces el tipo no estaba muerto si no que estaba de parranda, cosa más grande, jejejeje

Amorexia. dijo...

fascinante historia, ya no solo la estatua de la libertad es historia francesa en USA.

Deshora.

Belén dijo...

Ostras, un bluf o es verdad?

Quien sabe...

Besicos

esteban lob dijo...

Hola Carlos:

Parece que los fusileros tenían más mala puntería que algún equipo de fútbol colista.Bromas aparte, de ser cierto, fue valioso el pacto entre Ney y sus antiguos subordinados.
Como siempre en este blog, se trata de una gran historia.

Fuerte abrazo.

KARMILA dijo...

Vaya amigo, que buena historia bien dicen que cada dia aprendes algo nuevo.

Te dejo besos para ti, para Evan y para mi sobrino Bruno¡¡

Besos¡¡¡

Lully desde Ref. al desnudo dijo...

Hola mi apreciado Carlos!!

He terminado de leerte convencida de que ese profe sí fue el Francés. Desconocía esto y fue fascinante a través de tus letras.

Un abrazo con afectos renovados.

Mar y ella dijo...

Supieras como me entretengo leyendo estas historias,y además aprendo...que mejor.....
Un besito que tengas un lindo fin de semana..


Mariella

cieloazzul dijo...

wow! como siempre tus historias amoremio... son épicas!!!
lo cierto es que en el lecho de muerte, todos nos volvemos tan indefensos y frágiles, aún con la estirpe pegada al cuerpo.
te besooooooooooooooooo, enterito.! te quierotodito!

HAMELIN dijo...

Me encantó tu nueva publicación !!!

Que bueno venir a visitarte !!!

se aprende mucho acá !!

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un abrazo...

Fede Hammelinn

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Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.

GALEANO - URUGUAY

FDG - El Señor de Monte Grande dijo...

Pido disculpas por mi ausencia, pero el trabajo y otros proyectos me tienen alejado.
Hoy por suerte tengo tiempo para poder volver a leerte.

Interesantisimas historias.

¿Que sabes de Evan?

Un abrazo desde MG

© Lilium - Lilith dijo...

Uy, ya sólo el misterio que encierra toda la historia de Ney me parece muy atractiva, conjugando que ambos, estas dos personas, podrían de ser una sin lugar a dudas...creo que está dicho y comprobado pero no reconocido--esto no creo que lo reconozcan, ni a estas alturas, ni en otras--pero sí, queda claro y re que te súper claro que en cada vida vida hay un mundo, que puede hasta cambiar la historia escrita de una nación entera:).

Como siempre, fantástico post Carlos, siempre tan interesante, tan preciso y atrapador tu blog:).

Te dejo un gran abrazo en la distancia y un beso gigante lleno de mucho cariño:)

Alí Reyes dijo...

¡Caramba Carlos!...Cuando creo que tengo agotada mi capacidad de asombro, sólo tengo que leer una de tus entradas y ¡! ésta vuelve otra vez por sus fueros

Ana dijo...

Una jugosa historia que me ha dejado pasmada. Porque no hace mucho, en mayo precisamente estuve parada frente a ese mausuleo en el cementerio Père Lachaise (entré a conocerlo por su mentada fama y en mi poco tiempo allí, pues prefiero los vivos a los muertos, me llamó la atención precisamente ése y no sé por qué ése entre tantos ilustres sepultados, o no, en ese lugar)
Sí que armaste bonita la historia, redondita. Quiero más!
Un abrazo.

Che, cómo se saca uno el pasmo de encima?

Un chico de Lima dijo...

vaya... qué excelente referencia!!!

hubo una super investigación... genial!

Angélica dijo...

Los niños y los borrachos dicen la verdad, por lo tanto yo le habría creído altiro no más.

Simpática la historia. Y que decir, la Masonería mete su mano invisible en muchos hechos históricos.

Se me ocurre que los Masones aunque siguen siendo tan "hermanables" como antes, en el sentido de ayudarse mutuamente, hay muchos que han perdido los valores iniciales.

Beso mi querido Carlos.

(falta poco...)

El antifaz dijo...

Lo que la gente es capaz de hacer para no morir nunca... o morir dos veces.
Saludos.

Fujur dijo...

Sencillamente espectacular querido amigo! Me ha encantado y sorprendido la historia del Mariscal! mil gracias por ilustrarnos crack!

Carlos dijo...

Cumpa, por los datos que refieres no me parece tan descabellada la posibilidad que se plantea; raro que hoy con tantos avances en materia de ADN, no se exumen los cuerpos para saber la verdad; ha de ser como tu dices, hay cosas que mejor no saber. :)

Un abrazón.

apm dijo...

Carlos... que estupendisima historía, -como todas las tuyas-, y ésta, además, con suspense ¿será el profesor Peter Stuart Ney el famoso Mariscal Ney????, es de absoluto folletín detectivesco, no me extraña que D. Quynn haya escrito ya dos libros

Carlos, desde la intriga, te mando un besote bien enorme

Emiliano dijo...

Saludos colega
espero que andes bien
te espero por mi blog

Emiliano

pd:muy bueno lo del pupi zanetti

Mariluz GH dijo...

Muy interesante y curiosa, ésta no la conocía, Carlos... y no creo que cesen las elucubraciones ya que veo casi imposible que los "gabachos" (franceses) permitan exhumar ningún cadáver.
beso

 
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