lunes, julio 20, 2009

El apellido importante

En el año 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, en el campo de concentración de Sachsenhausen un prisionero de los alemanes pide reunirse con los oficiales a cargo del lugar. Dice tener información secreta muy valiosa. Aceptan escucharlo con cierta desconfianza, y el preso empieza a hablar. Los alemanes no se imaginaban la valiosa noticia que iban a recibir. Según este informante, Yakov Dzhugashvili, un simple teniente ruso que también se encontraba como prisionero de guerra en ese lugar, era en realidad Yakov Stalin, el hijo del mismísimo Josef Stalin, del dictador soviético. A los nazis se les pusieron los ojos como platos de la impresión, no creían lo que les decía aquel soplón.


Yakov Stalin al ser delatado

Yakov Dzhugashvili, capturado dos años antes en la Batalla de Smolensko, había logrado mantener oculta su identidad durante todo ese tiempo, sin que ninguno de los internos lo delatara. Después de meses tratando de pasar desapercibido entre los prisioneros de guerra, la suerte de Yakov cambió de un día a otro. Una riña con un compañero de celda, hizo que se revelara su tan guardado secreto, hasta llegar a las más altas esferas nazis, que desde ese momento hicieron todo lo posible por quebrar su voluntad y convertirlo a la causa alemana. Eso hubiese sido un tremendo golpe para la moral soviética.

Y bueno, lo que pasó es que Yakov resultó ser un soldado fiel a la causa soviética que se mantuvo firme y estoico en su ideología y a su padre. Lo que si hicieron los alemanes, fue una sesión fotográfica –obligado, obviamente- a Yakov con uniforme de oficial de las SS y las enviaron a Moscú como método propagandístico.


Meses después, el alto mando alemán, afectado por la paliza que les dieron en Stalingrado, sugirió que Yakov fuera intercambiado a través de la Cruz Roja Internacional por el General Friedrich von Paulus, amigo muy cercano de Hitler y en ese momento, prisionero de los rusos. Dicen que la respuesta de Stalin dejó frío al mismísimo Hitler: "Yo no tengo ningún hijo llamado Yakov". Además les dijo que era ridículo canjear soldados por generales.

Josef Stalin, el líder soviético, era una persona muy particular. No acudió al funeral de su madre en 1937 porque jamás le perdonó que le hubiera obligado a entrar en un seminario. Su primera esposa, la madre de Yakov, murió poco después de dar a luz y su segunda mujer "se suicidó" tras una fuerte discusión con el gran camarada. Como padre, Stalin siempre estuvo enfrentado con su hijo; le acusaba de falta de carácter. Yakov de joven intentó fallidamente suicidarse con un disparo en la cabeza tras un desengaño amoroso a lo que su padre le recriminó: -“Ni siquiera puedes matarte!”.

Yakov fotografiado con uniforme nazi

En cualquier caso, Stalin no tenía un buen concepto de su hijo Yakov y pensaba que se había entregado fácilmente a las fuerzas alemanas. A esto se sumaba el hecho de que había anunciado duras medidas contra todos aquellos soldados rusos que se rindieran o fueran capturados, incluso decretó que se arrestaría y castigaría a sus familias. En este caso, el dirigente soviético hizo una excepción y no se arrestó a sí mismo, sino que sólo envió a prisión a la mujer de Yakov, o sea a su propia nuera.

Yakov Stalin murió el 15 de Abril de 1943, y hasta hoy en día su muerte sigue rodeada de misterio. Los últimos archivos desclasificados dicen que murió abatido por los guardias del campo de Sachsenhausen, del que intentó escapar, pero recientes investigaciones aseguran que se trató de un suicidio. Dicen que Yakov se arrojó voluntariamente sobre las vallas electrificadas de la prisión.

Cadáver de Yakov Stalin en las mallas de Sachsenhausen

En el libro “La insoportable levedad del ser”, su autor, el checo Milan Kundera topa ligeramente la muerte de Yakov. Cuenta que compartía su celda con altos oficiales británicos, y que su deceso se debió a que no sabía soportar las agudas críticas que le hacían, ya que era descuidado en su aseo personal, y entre otras cosas siempre dejaba el retrete sucio por lo que era objeto de continuas burlas. Kundera dice que se suicidó en las alambradas de puro orgulloso. Así pues, tal y como lo afirma literalmente el afamado escritor, "el hijo de Stalin dio su vida por la mierda”. Tal vez Kundera debió decir: el insoportable peso del apellido. Se escucha mejor, ¿verdad?. Curiosamente, el general Von Paulus, al que Stalin no quiso canjear, sí se convirtió a la causa soviética y fue utilizado durante años como elemento propagandista por el régimen de Moscú.

Fuentes:
1, 2, 3, 4

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40 comentarios:

Unknown dijo...

mira tu querian negociar de asesino a asesino, pero ninguno de los dos cedió, pobre Yakov, tener que haber lidiado con un padre de mierda, gran historia Carlos

Byron dijo...

Tantas historias que hay sobre la Segunda Guerra Mundial, realmente solo leyéndolas aquí me he enterado de ellas. Saludos.

Diego Fabián dijo...

Vaya... El famoso "peso del apellido"...

Lamentablemente, eso de ser "el hijo de..." o de llevar un apellido importante siempre trae consecuencias... En este caso, el pobre Yakov tuvo que ser hijo de Stalin, obviamente, una carga muy difícil para pasar desapercibida...

Jeje... Poco a poco me voy acercando al primer puesto!!... Hoy ya llegué segundo!!...

Un abrazo, Carlos... Viniendo de visita por aquí...

Diego Fabián dijo...

Corrigo, hoy llegué tercero... Será para la próxima!!...

Otro abrazo...

HAMELIN dijo...

buena publicación!!!

un placer venir x acá

un abrazo

Fede

pd: lastima que no tengas gadget para seguirte, capaz q pierda tu dirección , es algo basico para todo blog, es practico, no veo por ningún lado como seguirte acá en es tu blog, es una falta amigo !!!

by

Anónimo dijo...

hmmm al parecer Stalin había medido bien el caracter de su hijo, muchas veces tipos con tan poca personalidad o que no se respetan a si mismos, no valen la pena...
calugazos

Angélica dijo...

Yo creo que con ese papacito quien quiere enemigos!

Es triste la vida de Yakov. Su padre lo debe haber despreciado con ese trato miserable que le dio. Y talvez eso lo hizo más sensible a las críticas, al punto de tener que suicidarse. Su baja autoestima debe haber gatillado.

¿Porqué habrá padres así? a ésos Diosito no debería darles hijos.

Besos mi querido Carlos.

Martín Gvevara dijo...

Muy interesante amigo.

Saludos!

Anónimo dijo...

Pregunta: cómo alguien que no asiste al entierro de su madre y reniega de su hijo pretende dirigir el destino de un pueblo?

TORO SALVAJE dijo...

Stalin y Hitler, dos psicópatas, dos criminales, dos repugnantes asesinos.
No sé cual fue peor de los dos.

Pobre Yakov, que te toque un padre así es una gran desgracia.

Saludos.

Gizela dijo...

El endiosamiento de ciertos personajes de la historia, muestra cuanto penetra el poder en las neuronas y en el alma.
Creerse mesías de un país, como en el caso de Stalin, y en el de muchos más, les hace olvidar las mínimas normas de humanidad.
Se convierten en dioses de la vida y de la muerte, se alzan sobre sus raíces familiares, sobre cualquier principio, que no sea el que sienten son los divinos portadores.
Leer historias como esta eriza la piel.
Pensar que semejantes macabros personajes, fueron lideres de países, lideres del mundo.
Pensar que los seguían, que morían por ellos.
Pobre Yakov, el se suicida, pero muchos antes, murieron también a causa de su propio pesado apellido.
Un abrazote inmenso Carlos y linda semana para ti
Gizz

Ramon dijo...

Stalin no tenia un caracter "peculiar". Stalin era un asesino de masas, como demostro mas que de sobra creando hambre en Ukrania (5 millones de muertos), liquidando a su generacion de revolucionarios, liquidando a buena parte de sus cuadros militares poco antes de la invasion alemana, ... Curiosamente, buena parte de la izquierda, plenamente consciente de esto, sigue creyendo que era solo un tipo "peculiar". Bien, despues de todo lo hacia con buena intenciion. No es asi?
2. Yakov no podia volver a Russia ni atado, pues hubiera ido directamente al paredon o a Siberia, como les sucedio a los centenares de miles de prisioneros rusos "rescatados" al final de la Segunda Guerra.Stalin habia decretado que cualquiera que cayera preso era un traidor y que wseria tratado en conscuencia.
3. Es tambien dudoso que Hitler quisiera recuperar a Paulus, como no fuera para pegarle dos tiros. Paulus, ademas de no haberse suicidado, que es lo que se esperaba de el tras la derrota de Stalingrado, se puso al servicio de la propaganda sovietica mientras sus hombres morian como chinches en los campos rusos. Palus murio muchos años despues en la Republica Democratica Alemana, donde residia. Su hijo, que vivia en la Republica Federal, se habia suicidado anteriormente por la verguenza que le causaba tener semejante padre.

NiklasGV dijo...

No es correcto el relato. Los epígrafes de las fotos no tienen nada que ver. La reconstrucción de la captura y suicidio del hijo de Stalin aquí:
http://fliegecojonera.blogspot.com/2007/01/el-hijo-de-stalin-y-la-metafsica.html

Lara dijo...

Nunca he entendido como un simple apellido puede pesar tanto.
Muuuuuuacks!

Jorge Naranjo Quezada dijo...

Muy interesante…
Gracias por compartirlo
Saludos,
J.N.Q.

GABU dijo...

Es cierto!!!!
El libro de KUNDERA que tanto adoro hace un menciòn pero la sentì demasiado ambigua como para reparar en ella...

P.D.:Creo que alrededor de cualquier guerra siempre se tejen fàbulas y èsta no podìa ser la excepciòn...
A la vez,el tremendo poder que STALIN representaba parece haberlo amedrentado ante la posibilidad de reconocer a su hijo y aceptar sus actos,no??

Amigo mìo,padres e hijos desde la mismìsima historia de la humanidad siempre han manejado intereses distintos y hasta opuestos capaces de enfrentarlos...

TE DEJO MI AFECTO ♣

Anónimo dijo...

Es raro cuando el hijo sobrepasa el nivel de poder de un padre como Stalin, se imaginan que hubiera seguido sus pasos?

Carlos, recuerdo haber leído ese libro, muy bueno por cierto!!!

Saludos y un beso...

Betty dijo...

Pobre Yakov! No me extraña que haya sido así, recibiendo el trato que tuvo por parte de su propio padre!
Pero pese a todo nunca se doblegó a los deseos de los alemanes.
Interante historia como todas las que publicas.
Saludos

Mariluz GH dijo...

Hola, guapo :-) sigues ilustrándonos con historias interesantes...
mil gracias por comentar mis puntos locos... cuando vuelvas a España ya tienes mi mail para avisar y si yo tengo la inmensa suerte de poder ir por tu tierra no dudes que te llamaré :-)))
un abrazo ( o dos)

DANI dijo...

Lo cierto es que no me dan pena ni unos ni otros. Los fascistas son fascistas rojos, azules o morados.

Un abrazo

Unknown dijo...

EL peso de vivir bajo la sombra de un padre como Stalin
Saludos

esteban lob dijo...

Impresionantes historias, estimado Carlos.
Dan para la reflexión y la renovada sorpresa ante las reacciones insólitas de los humanos, amén de nuestros comportamientos equívocos.

Un abrazo.

Belén dijo...

De un dictador no se puede esperar un padre ejemplar... siento la vida de este hombre, no le culpo para nada :)

Besicos

Unknown dijo...

Que triste historia! Y todo por un apellido!

He vuelto cariño! :) Tengo nuevo link del blog! Te veo por alla!

besos!

Anónimo dijo...

La guerra hace más grande aun los desastres que ya habían en la paz

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Que clase de padre tuvo el pobre de Yakov, que vida más miserable tuvo, el don de vida que Dios le dio nunca lo valoro.

Además creo que en la guerra somos menos que animales, no valemos nada como eres humanos y aún hoy en día no hemos aprendido nada.

Seguimos haciéndoles caso a los señores de la guerra.

Stalin por lo que veo jamás amo a nadie, que corazón más endurecido.
Saludos

Mar y ella dijo...

Uffff...que fuerte la historia...para variar la desconocía,gracias a ti siempre aprendo algo más....
Deberían haber postulado a ese señor como el padre del año....elo apellido el mentado apellido...mmmm para bién o para mal es un peso muy fuerte y te viven comparando con tus propgenitores y todas las comparaciones son odiosas....

Un relato que me traspasa..

Un abrazo buena semana para ti..
Mariella

Clementine dijo...

Vengo a visitar y dejar un saludo bien grande, después de tanta ausencia.

Amorexia. dijo...

Fijo Stalin no sentía nada... como no iva su hijo a ser tan desequilibrado!?

Buena historia, increíble por demás.

Gracias por estar siempre a pesar de mis ausencias, cuando necesites un lugar tranquilño donde ir a lamerte las heridas, ya sabés donde buscarme.

Deshora.

Gio Yakún dijo...

Mi estimado Carlos, como de costumbre, un placer conocer algo desconocido a través de tu post. Si bien la vida de Yakov es trágica, creo más trágico aún el que la historia no le haya hecho justicia. Mira que caer capturado y vivir el desprecio en ambos bandos no debe haber sido fácil.

Un abrazo!

Gio.

Anónimo dijo...

te dejo un regalo en mi blog :)

Krilin dijo...

Solamente un matiz. Stalin era un sobrenombre, y el nombre completo del dictador era Iósif Visariónovich Dzhugashvili, por lo tanto su hijo en ningún caso tendría el apellido Stalin.

Carlos dijo...

La verdad, Carlitos, es que las cercas electríficadas tenían más corazón que Stalin. :)

En otra guerra (la civil española) siempre crueles por cierto, hubo casos de heroísmo y bajeza por ambos lados. (como también ocurre en todas las guerras); Resulta que el Alcázar de Toledo estaba sitiado por las fuerzas republicanas, que no podían quebrar la resistencia de sus defensores, entre ellos, el General que lo defendía. Los republicanos entonces apresaron al hijo del General, que residía en la ciudad y puestos al habla telefónica con éste, le avisaron que si no rendía el Alcazar, ahí nomás le matarían a su hijo. El General pidió que lo pusieran al teléfono y le dijo:

"Encomienda tu alma a Dios, da un grito de Viva España y muere como un valiente"; lo último que escuchó fue el estruendo de un tiro al otro lado de la línea.

Un abrazón, tocayo.

Mónica dijo...

Hola carlin!! mi querido amigo ¡qué fantástica historia! como siempre un placer leerte. No tenía conocimiento de ella.

bss. nos vemos.

Cecy dijo...

Gente de una crueldad única.
Y pensar que todavia hay gente así.

Un beso con mucho cariño, Carlos.

Giorgio dijo...

Para mi siempre estara Stalin por encima de Hitler, un hombre admirable, que nadie quisiera tenerlo como padre, amigo o presidente, muy determinante, lo que es digno de admiración, es que pudo cumplir con sus caprichos. Malos o buenos, pero los cumplió.

Ojala su madre no lo hubiera enviado al seminario, y la mia a un colegio católico. Pero asi es el destino!

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!

Exelente trabajo de investigación, como nos tienes acostumbrados....las fotos dan escalofríos.

Buen fin de semana.

Un besote y abrazo de oso.

Le Fay ʚïɞ dijo...

Excelente historia! una vez estuve en un campo de concentración de visita y si q te pone helada el alma...
un beso

lopillas dijo...

No es de extrañar que el hombre fuera tan sensible a las críticas con un padre así. La autoestima es un don poderoso. La falta de ella sólo acarrea infelicidad.
Autoamémonos mucho todos!! :D
Al fin y al cabo somos únicos e irrepetibles, no? Casi nada.
Beso, gran Carlos.

cieloazzul dijo...

Vaya!!!
entre las altas esferas políticas y humanas, la insensatez abunda!!
te quiero amoremio!

 
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